miércoles, 14 de diciembre de 2011

EUROPA Y LA DEMOCRACIA


La democracia no es solo ir a votar.

Cuando alguien hace huelga, protesta, o esta en contra o a favor de una ley, eso es un acto democrático. La democracia se asienta sobre una constitución que indica que la soberanía nacional reside en el pueblo, el cual elige a sus dirigentes.  La economía en este país ha de servir para todos, y no para unos pocos. Tiene que ser equitativa y justa, en la que todos aporten al bien común, para beneficio de todos. Eso es algo que nuestra constitución refleja. 

       Cuando nuestros  dirigentes se ponen al servicio de los mercados, y no de quien les ha votado, no hay democracia, porque están pasando por encima del ciudadano, y por encima de la Constitución.

         Pero cuando hay países que ni siquiera han votado a sus propios dirigentes entonces estamos hablando de otra cosa; de un golpe de Estado. 

Frente a ese panorama los griegos, el pueblo de a pie, si  se manifiesta  democráticamente contra las medidas que le impone un gobierno que ellos no han votado. Igual que ocurre en  Italia hay un gobierno que los italianos no han elegido.

Partimos pues de que en Europa se han instalado dictaduras orquestadas. En este caso  son económicas, y que por lo tanto no van a buscar el bien común de la población, sino seguir expropiando los bienes de los Estados, refugio ahora del capital.   Las nuevas reglas tienen un nombre y muchos apellidos. Uno de ellos es el Neoliberalismo, que es tan fuerte, que está llevando a la gente a una situación que debería denunciarse por conculcar la propia declaración de los derechos humanos,  que todos los países firmaron. 

Es un modelo que ya tiene ejemplos pasados, y que ha dado pruebas de no ser bueno. Dentro de este modelo  los ciudadanos, somos invisibles.  Es un sistema que, desde los medios nos dice que, para salir de la crisis no hay más que una vía. Y que emite un discurso encaminado a una dirección sabiendo  que  hay muchas.  En este sentido se nos está engañando.
Lo que esta ocurriendo hoy en Europa es un golpe de Estado a las democracias, que no son sino los pueblos, los ciudadanos.  Es la Europa que no busca el bien común de su población (como la propia constitución de la Unión propugna), sino utilizar la encomia como un instrumento para hacerse con las parcelas públicas. Europa se autodestruye socialmente para dar contento a los grandes bancos, inversores y especuladores. 

Europa es un club privado en el que se alzan también voces disonantes, pero la que más se oye, y la que más derecho tiene a ser escuchada, la de sus ciudadanos,  se queda ante las puertas. El club se cierra para no oir. Y está creando una forma de ver la economía destructiva, no al servicio del hombre,  para su desarrollo, para su crecimiento y estabilidad, sino para la ruina de muchos. La economía no puede ser un instrumento para enriquecer a unos y empobrecer a otros; para vender el estado de bienestar; para crear parcelas de poder para aquellos que creen que lo público sirve para sus intereses, y no para el de los ciudadanos.

No debemos estar ciegos, no estamos viviendo en democracia, la democracia es algo mucho mas grande que meter un papel en una urna. Es nuestro derecho a ser escuchados después, a no ser engañados por los políticos, a exigir trasparencia y recibirla ( y ser nosotros también transparentes); a recibir información y no mentiras con una información plural.  A que se respeten nuestros derechos, a que no nos gobiernen los mercados. Tenemos derecho a nuestros servicios públicos. Tenemos derecho a que la constitución sea un verdadero instrumento vertebrador de la sociedad en la que vivimos, y no solo un papel mojado y recurrente del que nos acordamos solo porque el día que celebramos su creación tenemos un festivo. 

La democracia es mucho más, la constitución es mucho más, Europa es mucho más que el BCE, Alemania y el Euro:  algo que se llama ciudadanía y que vive en ella.

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