Creo que ha llegado la hora de que la ciudadanía Europea se levante. Si no nos ponemos en pie ahora puede ser que no podamos hacerlo en el futuro.
Mientras dilapidan lo que ha significado Europa para otros muchos países: el estado del bienestar, nuestros gobiernos siguen gastando en armamento, pero nos recortan lo que si es fundamental para la población: nuestro derecho a una vida digna. Algo que reconoce la Declaración de los Derechos Humanos, para todos los países firmantes. Que a otros niveles reconoce el propio Tratado de la Unión, y que las Constituciones de cada estado miembro recoge.
No estamos en guerra, por lo menos en el exterior. El enemigo está bajo nuestro propio techo. NO lo encontraran en Irán ni en Siria. Esta aquí mismo, amparado bajo las leyes de una economía que no mira por los ciudadanos, y socavando las democracias, y la soberanía del pueblo europeo.
Es ese enemigo que en el terreno manda y ordena como será el futuro de la población; que se hace con el control del agua, la sanidad y la educación y que despoja a los ancianos de sus pensiones. Ese mismo enemigo que gasta en armas, pero no tiene para darnos una vida digna, y justa .
Europa es una tiranía. En Italia se produjo un golpe de Estado tan suave que no lo vimos. Y mientras, se sigue dilapidando el futuro, el verdadero futuro de la gente. Crecen las desigualdades sociales, hay malnutrición en los niños, los suicidios se multiplican, las empresas cierran, y se recorta el gasto social. Las cargas de toda la crisis recaen sobre los ciudadanos mientras se amparan los paraísos fiscales.
La “otra Europa” gasta en artículos de lujo, recibe jubilaciones escandalosas y hace y deshace soberanías.
El pueblo europeo se hunde. Por eso levantémonos ahora, antes de que sea demasiado tarde.
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